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—     A 31 de enero de 2017 Programar Televisión S.A tenía un pasivo total de $5.775 millones
 
—     La solicitud al proceso de admisión fue presentada directamente por el representante legal de la compañía
 
Bogotá, 4 de abril de 2017 (SS). La Superintendencia de Sociedades, mediante el auto 400-006705 de 2017 admitió a Programar Televisión S.A al proceso de reorganización empresarial en los términos de la ley 1116 de 2006.
 
De acuerdo con los documentos que reposan en el expediente a 31 de enero de 2017 Programar Televisión S.A registraba un pasivo total de $5.775 millones. Para esa fecha el 11% de sus obligaciones se encontraban en mora por más de 90 días. 
 
“La solicitud de admisión fue presentada directamente por la representante legal de la compañía”, explicó el superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, tras revelar que en los documentos, la firma advierte que la terminación del contrato de concesión con la Autoridad Nacional de Televisión (Antv) es una de las causas de su insolvencia.
 
Lo anterior, asegura Programar Televisión, “implicó disminución de ingresos y la adquisición de deuda para liquidar a las personas a las que debió terminárseles el contrato”.
 
Adicionalmente, agrega la sociedad, se reportó una reducción de ingresos dado el modelo de contratación surgido con ocasión de convenios interadministrativa celebrados por entidades estatales en materia de televisión.
 
Según los certificados entregados por el revisor fiscal de la Sociedad, con corte a 31 de enero de 2017, Programar Televisión no presenta pasivos pendientes de pago por aportes al sistema de seguridad social o por descuentos efectuados a los trabajadores
 
Programar Televisión S.A se dedica a la producción, realización, filmación, edición, montaje, difusión y transmisión de programas de televisión, radio y prensa así como a la publicidad, relaciones públicas, asesorías y consultorías en asuntos de televisión, radio y medios de comunicación en general.
 
El proceso de reorganización pretende a través de un acuerdo, preservar empresas viables y normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos o pasivos.
 
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